Las ratas, al igual que los humanos, prefieren los alimentos dulces y salados (en concentraciones placenteras de azúcar y sal) a los ácidos o amargos. Esto es porque los primeros son útiles para la supervivencia (los azúcares son fuente de energía y las sales ayudan a mantener el equilibrio de nuestros fluidos) mientras que los sabores ácidos y amargos se asocian en el reino animal a alimentos que se están pudriendo o que son venenosos.
Pero una vez que tienen sus necesidades cubiertas y no tienen que comer para estar bien nutridos, o sea que están saciados, yo diría que prefieren los alimentos dulces.
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