Ahora mismo es muy difícil responder muchas cuestiones acerca del universo (su origen, su composición), no por falta de ideas sino porque los medios para hacerlo son muy costosos (aceleradores de partículas como los del CERN).
También es muy difícil desentrañar el funcionamiento de la más compleja de las máquinas, nuestro cerebro, con sus millones de células.
Probablemente para mis compañeros, los misterios más difíciles sean otros, pero eso es lo bueno de la ciencia, que no todos pensamos igual (¡si no no tendríamos ideas nuevas!).
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